lunes, 4 de abril de 2011

Abre su camisa y muestra la hendidura.
Ella se asombra y deja caer su mano en la erida.
Su piel se congela con la sangre gelatinosa,
alcanzando a tomar muy despacio su corazón.
Pero como un giro inesperado ella presiona...
Atrás no hay nada, adelante tampoco.
Se comienza de cero, como si nada.
Restart.

Ahora que la batalla está perdida un hombre no quiere levantarse.
Es la misma sensación en diferentes situaciones, pero es la misma.
Porque amor no se siente sólo cuando se ama a otro.
Ni odio sólo al que nos traiciona.
Estos sentimientos guardan algo más profundo y secreto pero no son las respuestas a antiguos cuestionamientos. Simplemente son gestos de nuestra alma. Nuestra forma de odiar y amar no son comunes a los verbos, son personificaciones de nosotros.
Pero podemos tomar un mal camino, podemos aprender mal.
Porque como son personificaciones basicamente todo lo que hacemos se basa en sentimientos, asi que si nos negamos a convidar lo que nos sobra evidentemente hemos aprendido a amar pero no en toda su expresión, y esto no hace referencia a brindar todo como si fuesemos una especie de papá noel, simplemente el acto se reduce a reconocer la codicia que es un sentimiento que se relaciona fuertemente con el amor, es decir amarse a uno mismo más que a los demas. Pero ¿amamos a otros sólo por conveniencia? es fácil y entendible el amor a los padres, ellos nos dieron la vida, ellos nos alimentan y nos acompañan en momentos de crecimiento donde su apoyo es vital, nos revelan su forma de ver el mundo, son básicamente los responsables de nuestra existencia, entonces es entendible el enorme respeto hacía ellos y el incansable apoyo que vamos a darles cuando lo necesiten, pero ¿nos interesan las personas de las cuales nunca recibimos nada? porque seguramente nosotros vamos a necesitar ayuda de un extraño más de una vez. Salvo claro que todo esté resuelto para nosotros y que realmente el resto no nos importe. Evidentemente no tenemos una clara concepción de lo que son los sentimientos, porque interpretarlos es algo completamente personal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario