Apai vapa.

Te extraño más que aquella estrella a la que pertenecí. Ya no soy polvo, hoy giro en torno a vos. Sos mi energía, vivo así. Y girando, con esta fuerza de atracción tan grande, hoy siento que me voy a otros lugares y no sé por qué. Me estoy alejando de vos, ya no me das esa vida, pertenecés a otro planeta; sos de él, y yo que era tuyo. Te atrapó y no te quiere soltar, y con esta poca fuerza que tengo no soy capaz de mover ni tierra ni mar, ni mucho menos a una estrella tan sobresaliente como vos. Ya ni siquiera formo parte de tu sistema, moriré a las orillas del fin de tu galaxia; la lejanía me consume, el confín que me rodea, su poco, su nada, su planeta que vaga a paso de lágrima.