viernes, 4 de marzo de 2011

Partiendo de no creer en nada dudo y luego creo en todo, hasta lo increible. Pero su base, que no era nada, se transforma en un agujero que chupa la fantasía, la madera se vuelve dios, como la lluvia y el sol; los límites se expanden de la realidad pero permanecen sobre cosas reales, es la mentira que simula ser verdad, intentando caretearla.

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