jueves, 3 de marzo de 2011

Perfeccionista en vano

Que aptitud miserable de no querer poder nada, conformista de aplicación observadora, espectador. Hombre de metas imposibles, fan de la aguja en el pajar, miserable miserable escritor y frustrado de la vida. No se confundan, no es que no ame vivir, disfruta pero apaleado por algo, como si hubiese aprendido a convivir con el miedo. ¿A dónde queda la libertad? pero no pregunta, eso sí ¿puedo? le cabe vociferar, al tanto del margen intenta caer bien entre gentes; ¡querete! si sos hermoso, pero espera a que se lo digan y su pecho se infla con una falsa modestia, quizá ni le importe, sabe que el verso está quemado; "la boca predilecta"... y su código, ¡eso espera fanático!

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